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septiembre 27, 2007

Cronicas Torres de los Colmillos - La Rosa en el Desierto - By Kris Haro

Crónica 2.6


- La rosa en el desierto -


Un campo tan verde como los bosques de Payón, con aguas cantarinas como las legendarias fuentes de Rachel, rodeado de las mujeres mas hermosas de todo Midgard, Tilo Wolf se encontraba en una paz absoluta, una joven se le acerca con un platón con duraznos y una sonrisa en los labios, el alegre bardo hace a un lado el platón y toma de las mejillas a la joven, la mira detenidamente a los ojos y poco a poco la joven se torna sonrojada, gira los ojos a la derecha, apenada, mientras el Don Juan se acerca poco a poco sus labios para robarle un tierno beso...

Anama, Llau, Lady Death, Enid y Dies Irae. Miran, con cierta risilla, a un Tilo Wolf aun inconsciente por el poderoso Bash con el puño que Dies Irae le propino. Anama se acerca un poco y, inclinándose para tratar de escuchar lo que el bardo pronuncia, ve como Tilo Wolf da algunos besitos al aire como en un profundo sueño.

Anama - así se ve tan tierno... hasta parece un niño indefenso.

Dies Irae - ¿Indefenso? ¡Si hubiese tenido tiempo capaz que viola a Enid!

Llau - No menosprecio tus ánimos de proteger a Enid, pero Tilo Wolf no se veía con esas intenciones.

Dies Irae - ¿Que tal si le preguntamos a Enid? Ella si lo vio mas de cerca.

Anama – Pues, si me preguntan, en ningún momento vi que Enid presentara resistencia…

En ese momento, apenas la joven Enid trataba de pronunciar unas palabras, se dejo escuchar en el pacillo de piedra donde recuperaban fuerzas después de una feroz batalla, la voz de Vhan Julius.

Vhan Julius - ¿Alguien pidió un enorme recipiente con agua?

Dies Irae - ¡Si! ¡Yo!

Al decir esas palabras, Dies Irae, miro de reojo al inconciente hombre y esto fue suficiente para que las demás comprendieran sus intenciones. Sobre Vhan Julios saltaron como fieras, mejor dicho, sobre la cubeta que portaba el monk saltaron Enid, Anama y Dies Irae, todas dispuestas a ser las afortunadas en lanzarla sobre el pícaro bardo. Mas, al ver frustrados sus intentos, pidieron la decisión de una persona imparcial, Llau. La cual, para no tener que decidir de una entre ellas tres, sabiamente le dejo el honor a Lady Death, quien tímidamente toma la cubeta, da un par de pasos hacia Tilo Wolf y mete su mano a la cubeta, apenas tomando un poco de agua y salpicándola en el rostro del golpeado. Él comenzó a reaccionar, abrió los ojos y contemplo los preciosos rostros de las doncellas que lo rodeaban, enmarco una sonrisa y se dispuso a hablar, aun que sus palabras fueron interrumpidas por una Dies Irae que tomara de la mano a Lady Death y hace que vierta la cubeta entera en la cabeza a Tilo Wolf, la chica encara a Dies Irae con la mirada, dispuesta a reprocharle ese acto tan alevoso, mas se encuentra con la lógica aplastante de la espadachín.

Dies - Que levante la mano la que no quería hacer eso.

Ninguna levanto la mano, ni siquiera Lady Death, eso la obligo a darle la mano a Tilo Wolf para ayudarlo a incorporarse, en cuanto el bardo se encuentra de pie le llueve un centenar de preguntas, la mas apremiante “¿por que?...”.

Dies Irae - ¿Que pretendías al hacerle eso a Enid?

Tilo Wolf - Aunque no lo creas, Morroc es una ciudad tradicionalista, y entre esas tradiciones esta la LEX TALION. Si tu amiga hubiese usado su katana, todo Morroc usaría sus dagas para cortar su linda garganta, yo lo único que hice fue detenerla.

Dies - ¿Y para ello tenias que tratar de besarla?

Tilo Wolf - … Eso no era parte de el plan, pero a decir verdad, me sentí hechizado por sus preciosos ojos. Tan azules como el mas claro de los hielos de las cavernas de Rachel.

Al escuchar ese nombre, un escalofrió recorrió la espalda de Llau, ¿ese bardo había mencionado Rachel?, ¿en verdad conocía la santa ciudad de Rachel?... mas no pudo concretar su pregunta ya que una vos tan serena como fuerte y clara resonó por los corredores de piedra

Hermana Matilde - ¡Bendito Dios! Por guiar sus pasos con toda seguridad hasta este santo recinto...

El corazón de Lady Death dio un vuelco de felicidad al escuchar tan familiar voz y sin poder contener su alegría corrió al encuentro de su mentora.

Pocos momentos después Vhan Julius repartía un poco de Té para las invitadas. Allí se aclaro que el monk les había proporcionado un portal hasta la iglesia subterránea de Morroc y, que durante su estancia en esa ciudad, Anama había herido con una flecha a uno de los agresores. Lo cual, según la lógica de Tilo Wolf, complicaba todo; tenía que encontrar la forma de sacar a Anama de Morroc y llevarla hasta un lugar seguro. Era fácil esconder a un grupo de chicas en Morroc y mas aun si son hermosas, mas sin embargo esconder un halcón, eso si es casi imposible. De cualquier manera los retos son lo que mas apasiona a Tilo Wolf.

Así que, tomando a la joven Anama de la mano, la guió hacia las pirámides de Morroc, ya que a partir de ellas encontrarían algunos pasajes que, según Tilo Wolf, los llevarían al Faro de Comodo. Pero, aun mientras abandonaban ese santuario, Tilo Wolf analizaba, Lady Death corrió hacia la madre Matilde como si la conociera, entonces ella también conoce Morroc y el santuario, eso la convierte en otra posible candidata, mas sin embargo para el bardo, mientras sean mujeres, todas son candidatas.

Mientras tanto, ya sin extraños, la madre Matilde le hizo extrañas revelaciones a su joven aprendiz...

Hermana Matilde - Hija mía, has emprendido un camino extremadamente duro, apóyate en tus amigas, y se sabia en tus decisiones, en tus manos tienes un arma como no puedas imaginarte, entre algunas sociedades secretas, se habla de la rosa de las valkirias, una rosa mística que jamás se marchita, (tomándole las manos a Lady Death), hija ¿aun conservas esa rosa?...

Lady Death - si, creo que si, me la regalo un amigo...

Tímidamente la joven priest extrajo la rosa de sus ropas, la cual aun estaba fragante, como recién cortada, las miradas de las jóvenes se posaron en la maravillosa flor. Y con mano temerosa la madre acaricio la rosa, miro a los ojos de Lady Death y comento en una voz tenue, casi solo para ellas...

Hermana Matilde - según la orden de los Ejecutadores, cuando alguien arranca un pétalo de esta rosa, puede pedir un favor a un miembro de la orden, y este, arriesgaría hasta la vida por cumplir ese favor, pero si la leyenda es cierta. Al arrancar el pétalo, estarás llamando la atención de las hijas de Odín. Y esas Valkirias, han de exigir un tributo...

Lady Death - ¿que clase de tributo?

Hermana Matilde - Generalmente es un guerrero digno de entrar al Valhala...



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